Cada jugador comienza una ronda con seis cartas en la mano; el mazo consiste en cartas de llama y cartas numeradas del 1 al 6, con ocho copias de cada una. En un turno, el jugador activo puede jugar una carta, robar una carta o abandonar. Para jugar una carta, debes jugar el mismo número que la carta superior de la pila de descarte o un número más alto. Si un 6 está en la pila de descarte, puedes jugar un 6 o una llama, y ​​si una llama está arriba, puedes jugar otra llama o un 1. Si sales, colocas las cartas restantes boca abajo y no tomas más acciones en la ronda.

La ronda termina cuando un jugador vacía su mano o todos los jugadores han renunciado. En cualquier caso, los jugadores recogen fichas basadas en las cartas que tienen delante, ya sea en la mano o en la mesa. Cada tarjeta de número diferente en la mano te da fichas blancas (cada una con un valor de 1 punto) igual al valor de la tarjeta, mientras que una o más llamas te dan una ficha negra (con valor de 10 puntos). Si jugaste todas tus cartas, puedes devolver una ficha (blanca o negra) que previamente recolectaste al suministro. Luego barajas todas las cartas y comienzas una nueva ronda.

El juego termina la ronda en la que al menos un jugador tiene cuarenta o más puntos en total. ¡Quien tenga la menor cantidad de puntos gana!

Contenido:

56 cartas (6 de cada una)
70 fichas para contar los puntos negativos
Un reglamento.